Vivimos en un mundo microbiano: hay más bacterias en su mano que humanos en la tierra, y nuestro propio cuerpo es un ecosistema, ya que tenemos más células bacterianas en los intestinos que células humanas en el cuerpo. Sin bacterias, no hay vida.
El conjunto de microorganismos alojados en nuestro cuerpo se llama microbiota, y sus genes superan en número a los genes humanos por un gran margen. Muchos especialistas han comenzado a llamar a la microbiota bacteriana nuestro segundo genoma: aproximadamente dos kilogramos de bacterias en continua evolución viven en nuestro intestino.
Además, mientras que nuestro genoma humano es fijo, el genoma bacteriano es maleable, cambiando la proporción y el número de bacterias que albergamos.
Cuáles son las funciones de nuestra microbiota
Las bacterias coevolucionaron con nosotros a lo largo de millones de años, así que al final nuestro cuerpo les delegó parte de nuestras funciones biológicas. Algunas de estas funciones son:
- Ayudan a nuestro sistema inmunológico y a la respuesta inflamatoria. Por eso muchas enfermedades autoinmunes son causadas por desequilibrios en el intestino.
- Evitan el ataque de bacterias dañinas. Un ecosistema microbiano débil facilita la colonización de microbios peligrosos, y nos enfermamos o nos sentimos enfermos.
- Nos alimentan y nos protegen de enfermedades, por ejemplo produciendo un ácido graso llamado butirato a partir de moléculas que no podemos digerir nosotros mismos. Se ha demostrado que este ácido graso de cadena corta proporciona energía en forma de calorías utilizables y nos protege contra enfermedades como el cáncer de colon y la obesidad.
- Dado que las bacterias pueden sintetizar compuestos por sí mismas, también participan en la síntesis de algunas vitaminas y aminoácidos esenciales para nuestro cuerpo.
Qué problemas podemos tener por tener una microbiota de mala calidad
No sólo los factores externos afectan a nuestra salud (excesiva exposición al sol, tabaco, contaminación, falta de ejercicio…) sino también a nuestra microbiota. Muchas enfermedades modernas comienzan o están relacionadas con una mala calidad o desequilibrios de la microbiota intestinal, uniéndose a uno de los siguientes problemas intestinales.
Disbiosis
La disbiosis (también llamada disbacteriosis) es el desequilibrio del equilibrio microbiano de la microbiota normal, debido a cambios cuantitativos o cualitativos en su composición, cambios en su funcionamiento o actividades metabólicas, o cambios en su distribución.
Permeabilidad intestinal
La microbiota es la primera línea de defensa del intestino. Detrás de ella, hay una delgada mucosa intestinal, cuyo objetivo es permitir la absorción de nutrientes. Los problemas en esta barrera permiten el paso de sustancias nocivas.
Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO)
Las bacterias intestinales deben concentrarse en el colon, pero en algunos casos crecen en exceso y colonizan el intestino delgado.
Causas de los desequilibrios de la microbota
Los tres problemas de microbiota anteriores son causados en el 90% de los casos por los factores que se enumeran a continuación:
- Mala nutrición durante nuestros primeros meses de vida. La colonización bacteriana comienza durante nuestros primeros meses de vida y tiene un gran impacto en la salud futura. La falta de lactancia natural impacta directamente en la microbiota del bebé.
- Alimentos industriales. Nuestros genes no están todavía adaptados a la comida moderna y tampoco lo están nuestras bacterias.
- Exceso de medicación. Los antibióticos y los antiinflamatorios como el ibuprofeno empeoran la salud de muchas personas al dañar su microbiota (porque matan tanto a las bacterias buenas como a las malas). Son básicos para nuestro bienestar, pero deben ser usados con moderación.
- El estrés. El estrés permanente y la falta de sueño afectan negativamente a la microbiota y favorecen la permeabilidad intestinal.
- Toxicidad. Estamos expuestos a multitud de nuevos compuestos: emulsionantes, conservantes, edulcorantes, bisfenoles… que alteran la microbiota intestinal.
La microbiota de la piel
No sólo los intestinos son un ambiente donde se desarrolla la microbiota. La piel está compuesta y cubierta también por cientos de especies de microorganismos vivos, organizados de una manera muy específica en forma de ecosistema microscópico. Una alteración de este equilibrio dermatológico puede causar una enfermedad cutánea. La microbiota cutánea evoluciona progresivamente y varía de un individuo a otro según:
- La edad (infancia, pubertad, vejez)
- Sexo (hombre/mujer)
- Factores genéticos
- Factores fisioquímicos (humedad, pH, temperatura, contenido de lípidos de la piel)
- Medio ambiente (clima, ubicación geográfica)
- Estilo de vida (higiene, cosméticos que utilizan, condiciones socioeconómicas, etc.)
- Estado del sistema inmunológico
- Existencia de enfermedades o toma de medicamentos
También difiere de persona a persona y según la zona del cuerpo que se analice (cara, axilas, espalda, etc.). Su desequilibrio siempre está relacionado con enfermedades dermatológicas como el acné, la psoriasis o la dermatitis atópica.